“El mayo francés, el hippismo, el viaje a la droga, el feminismo, el movimiento gay, todas estas alucinaciones que recorren nuestra sociedad son pulsiones del nomadismo, deseos de salir de la estructura, deseo de fuga”, supo decirle a Enrique Syms, durante una entrevista para la revista Cerdos y Peces. Eso ocurrió en 1987, unos años antes de que la muerte por SIDA, en aquel entonces tratable pero irremediablemente mortal, mostrara sus iniciales en París, durante su doctorado sobre el Santo Daime.
Néstor Perlongher fue un experto en fugas. De aquellos que huyen hacia el barro. Acaso como una marea dispuesta a no mostrar los restos. Y se dejó embarrar. Sus escritos no sólo dejaron una huella sino que instalaron una novedosa forma de abordar la poesía: el neobarroso. Una escatológica y visceral métrica que desafió a los románticos. Que les tiró el barroco y el fango del Río de La Plata a la literatura pasteurizada. Por sus textos brotan el cuerpo de Evita resucitada prostituyéndose en el puerto, los cadáveres de los desaparecidos y las denuncias del Ejército de Liberación Homosexual de las Malvinas, entre otros. Y está el poeta. Reinventándose en cada verso. En cada expresión corrosiva y elegante del lenguaje. Huyendo de los cánones y los productos en serie.
Al Borde del abismo
Néstor Osvaldo Perlongher nació en Avellaneda, la Navidad de 1949. Ni bien entrado en la adolescencia, decidió ingresar en la Universidad de Buenos Aires. Allí inició la carrera de Sociología. En poco tiempo integró el Cuerpo de Delegados y tuvo a cargo la autodefensa en las movilizaciones. Al país lo vigilaba el dictador Juan Carlos Onganía y el poder policíaco ya había mostrado sus dientes. Pese al preludio del terror, Perlongher se acercó al trotskismo y comenzó a escribir sus primeras impresiones. Lo seducía mutar. Transformarse. Cercar lo prohibido para luego desconocerlo y volver como un outsider.
El 20 de junio de 1973, Perón retornaba de su exilio de hierro español. La cita era en Ezeiza. Perlongher encabezó la columna del Frente de Liberación Homosexual. Horas más tarde, la masacre. Perón ya no era Perón. En 1975, y con la acción política amputada por las operaciones de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), escribió, bajo la tutela de Osvaldo Lamborghini, uno de los cuentos más escabrosos de la literatura argentina “Evita vive”. En un fragmento se lee:
Con las pibas estábamos haciendo pinta junto al puesto de flores, así que me llamó aparte y me dijo: “Tengo una mina para vos, está en el coche”. La cosa era conmigo nomás. Subí. “Me llamo Evita ¿y vos?” “Chiche”, le contesté. “Seguro que no sos un travesti, preciosura. A ver, ¿Evita qué?”. “Eva Duarte”, me dijo, “y por favor, no seás insolente o te bajás”.
“¿Bajarme? ¿Bajárseme a mí?”, le susurré en la oreja mientras me acariciaba el bulto. “Dejame tocarte la conchita, a ver si es cierto”. ¡Hubieras visto cómo se excitaba cuando le metí el dedo bajo la trusa!.
El cuento, editado primero en el extranjero, fue publicado diez años después por la revista Cerdos & Peces. En 1989 El Porteño lo incluyó en un suplemento y provocó un revuelo editorial. Perlongher fue acusado de poco menos que blasfemo y se convirtió en un autor “maldito”.
A comienzos de la década del 80, salió a la venta su primer libro de poemas, editado por Fogwill, Austria-Hungría. Allí quedaría plasmado su acercamiento a Lamborghini y José Lezama Lima. Ese mismo año, publicó el ensayo La Familia abandónica y sus consecuencias, en co-autoría con Sergio Pérez Álvarez y Ramón Sal Llarguez. Pero el país había terminado por agotarlo. Y en 1982 partió a San Pablo. En el trayecto se despachó con “Cadáveres”, uno de los poemas más elocuentes sobre la dictadura “La despeinada, cuyo rodete se ha raído/ por culpa de tanto rayito de sol tanto clarito/ la martinera, cuyo corazón prefirió no saberlo; / la desposeída, que se enganchó los dientes al intentar huir de un taxi/ la que deseó, detrás de una mantilla untuosa, desdentarse/ para no ver lo que veía/ Hay cadáveres (...) No hay nadie?, pregunta la mujer del Paraguay/ Respuesta: no hay cadáveres”.
Garoto de Avellaneda
Perlongher se fue para no volver. Y Brasil terminó por adoptarlo. Allí vivió su etapa más prolífica y la más trágica. Obtuvo la Maestría de Antropología Urbana en la Universidad de Campinas con una tesis sobre la prostitución masculina en San Pablo: O negocio do miche (A prostituiçao viril) fue publicada en 1987. Al tiempo se incorporó a la religión Santo Daime y propició una serie de experiencias con la ayahuasca o “el vino de los muertos”: una droga alucinógena que se convertiría en una excusa de su poética. Muestra de esto son los textos recogidos en su Chorreo de las iluminaciones, editado post mortem.
Fugarse otra vez. Ese parecía ser el objetivo. Fugarse para desconocerse. Para hacer equilibrio en otros márgenes y sostener su génesis. Ser un nómade. Un recolector de experiencias callejeras. “Ahora que estamos en el tiempo de hacer desaparecer ese sujeto: blanco, heterosexual, cuerdo. Los nómades, por ello, son policiados. El solo hecho de estar vagando en la ciudad es un delito”, dijo oportunamente. Durante su estadía en San Pablo escribió los libros: Alambres (1987), Hule (1989), Parque Lezama (1990), Aguas Áreas (1990) y el ya citado Chorreo de las Iluminaciones (1992). Sumado a los libros de ensayos, entre los que se destaca O que é AIDS (1987) o el Fantasma del SIDA.
Néstor Perlongher fue un lúcido retador. De esos que no retroceden. Un barroso poeta urbano que supo vestir a las palabras como nadie. A veces frescas. Maquilladas de un portuñol con gusto al Dock. A veces arropadas en versos histéricos. Aliterados. Pero siempre epidérmicos. Ajenos. Cuando no quiso ser, fue Víctor Bosch o Rosa L. Grossman (seudónimos) y cuando quiso, le alcanzó con reconocerse en lo desconocido. Publicó seis libros de poemas y otros tantos de ensayos. Trabajó en las revistas El Porteño, Fin de Siglo, Folha de San Paulo y en las parisinas Chimères y Sociétes.
El pulso le dijo basta el 26 de noviembre de 1992 en la ciudad paulista que lo había acogido. “Ahora, ahora, en este instante digo / En lo inconstante, en lo inconsciente, en lo fugaz me disemino/ Disperso y fugo. (...) Ahora que me estoy muriendo / Ahora que me estoy muriendo / La sofocación alza del cielorraso relámpagos enanos / que se dispersan en la noche definitiva e impasible”, se lee en la “Canción de la muerte en bicicleta”, uno de sus últimos poemas. Perlongher murió de lo que tanto sabía, sabiendo de qué moría.
No queremos que nos persigan, ni que nos prendan, ni que nos discriminen, ni que nos maten, ni que nos curen, ni que nos analicen, ni que nos expliquen, ni que nos toleren, ni que nos comprendan: lo que queremos es que nos deseen
Para aquellos pibes que consideran que Cuarteto de Nos inventó algo con “Yendo a la casa de Damián”, y que tienen olvidado lo que es el humor en la poesía mezclado inteligentemente con militancia política, más les vale revisar esto:
SIGLAS
Entonces confías en el FRP, junto a restos de la ARP, nostálgica del PVP, del FPL y, por qué no, de la UP
Pero no conseguías olvidar las deliciosas reuniones del MALENA
-eran los tiempos en que el FRIP se fusionaba con Palabra Obrera para formar el PRT- Secesiones sionistas fundarían PO
De paso por LIM -TAU fuiste a dar en el FA -y en esa noche de los bastones largos optaste por EA- posteriormente EA (A)
Fanatizada por la guerrilla agraria partiste hacia Formosa y en el camino un joven estudiante a la sazón contacto de LVR tanto te entusiasmó con el PCCNRR (era una época en que el revolucionarismo de los grupos se medía por el número de consonantes de sus siglas)
que te afiliaste a ARFYL; cuando llegó el momento de votar, en la iglesia, te volcaste a la TERS, ¡porque sus críticas al programa del UAP eran perfectas!
no tanto como para que en la ruptura de UPE -cuando lo de la OLAS- te sumaras a EC -en Filo TAR-
Lo cual estuvo a punto de costarte la expulsión del MAVIET -apenas te mantuvo tu amistad con el MAR- que, en cierto modo, te recordaba al PSAV, antes LDA, cuando ni imaginabas que el ya descalabrado PSA devendría a la larga PSP, PST, CSA
Acaso fue a partir de la lectura de un material del CyR -escrito por un ex del EGP- que comenzaste a revalorizar el rol del MNRT, cuando hasta ser del PEN era tenido por sospechosamente cómplice del SUD, la CGU
Nadie pudo entender tu reivindicación del MLLFL -un grupo tan ridículo como la UJ o la UPI
(Tan sólo algunos férreos militantes del PO (T), que levantaban, desde hace tantos años, las consignas del POBS)
Por ello en la escisión de la CGTA
Se te vio tan afín a las 62 -anticipando, de alguna manera, tu adhesión a la línea del JAEN- que más de uno te creyó cogida en las espesas
redes de la RF
(en el contexto algo tan siniestro
como montarse al MID en la fractura de UCRI)
Te hiciste tan compinche de los adolescentes de la UES, y, paralelamente, tan adicta al FOEP
que no hubiera extrañado que llevaras los panfletos del PSIN al mitin de LT
Fue allí, cuando por una disputa personal con un cuadro del MAP tuviste esos desafortunados encuentros con VC
con que sólo lograste enemistarte tanto con los núcleos obreros del PT
-cuyo apoyo bien te hubiera servido para enfrentar la desviación del MARA-
que aquéllos prefirieron la postura de la JSA en la cuestión del CAR antes de que la LIR, aliada al LUCHE, desbancara al TUPAC (cuando ya se venía el apogeo del CEP, de la CA)
Pero con la derrota de SITRAC, recalaste en CENAP, definitivamente hostil al PCR y, aún, al PRC
-no dejaste por eso de vigilar de cerca las intrigas del FRA ni de atacar, oculta en el control de una acción del CD, los planteos ultristas de TC respecto de las FAL-
y tan fiel al PB
que en lugar de treparte alegremente al camión del FREJULI -junto al MNY y al PPC-
¡quisiste echar a gritos a un viejo carcamán del PCP de una UB de las FAR!
-perdiendo así tus últimos enlaces con el MOR
Y, tras la disolución del CPL, se volvió tan difícil combinar tu íntima simpatía por el GOR y, más, por la FR
con la loca aventura del PA aliado al 22
que aceptaste esas charlas ominosas con las bases de EO
en ese mismo bar donde tu compañero del PCML- que estaba haciendo entrismo en LC-
rompió contigo, en medio de la crisis del FAS.
El autor agradece la colaboración de las siguientes organizaciones:
Frente Revolucionario Peronista, Acción Revolucionaria Peronista, Partido Vanguardia Popular, Fuerzas Populares de Liberación, Unión Popular, Movimiento de Liberación Nacional, Frente Revolucionario Indoamericano Popular, Palabra Obrera, Política Obrera, Partido Revolucionario de los Trabajadores, Línea Independiente Mayoritaria, Tendencia Antiimperialista Universitaria, Estudiantes Antiimperialistas, Estudiantes Antiimperialistas (Auténticos), Lista Violeta Reformista, Partido Comunista Comité Nacional de Recuperación Revolucionaria, Acción Reformista de Filosofía y Letras, Tendencia Estudiantil Revolucionaria Socialista, Unidad Antiimperialista Programática, Unidad Programática Estudiantil, Organización Latinoamericana de Solidaridad, El Combatiente, Tendencia Antiimperialista Revolucionaria, Movimiento Argentino de Solidaridad con Vietnam, Movimiento de Acción Revolucionaria, Partido Socialista Argentino de Vanguardia, Los de Abajo, Partido Socialista Argentino, Partido Socialista Popular, Partido Socialista de los Trabajadores, Confederación Socialista Argentina, Cristianismo y Revolución, Ejército Guerrillero del Pueblo, Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara, Frente Estudiantil Nacional, Sindicato Universitario de Derecho, Confederación General Universitaria, Movimiento Línea Las Flores Luján, Unión de Jubilados, Unión de Propietarios de Inmuebles, Partido Obrero (Trotskista), Partido Obrero Basado en los Sindicatos, Confederación General del Trabajo de los Argentinos, 62 Organizaciones, Juventudes Argentinas de Emancipación Nacional, Rama Femenina del Partido Justicialista, Movimiento de Integración y Desarrollo, Unión Cívica Radical Intransigente, Unión de Estudiantes Secundarios, Frente Obrero Estudiantil Popular, Partido Socialista de Izquierda Nacional, Liga Trotskista, Movimiento de Acción Programática, Vanguardia Comunista, Partido del Trabajo, Movimiento Autónomo Radical de Avellaneda, Juventud Socialista de Avanzada, Comandos de Acción Revolucionaria, Línea Izquierdista Revolucionaria, Línea Universitaria Che Guevara, Tendencia Universitaria Popular Antiimperialista Combatiente, Comandos Estudiantiles Peronistas, Carta Abierta, Sindicato de Trabajadores de Fiat Concord, Partido Comunista Revolucionario, Partido Revolucionario Cristiano, Frente Revolucionario Antiacuerdista, Cuerpo de Delegados de Filosofía y Letras, Tendencia Comunista, Fuerzas Armadas de Liberación, Peronismo de Base, Frente Justicialista de Liberación, Movimiento Nacional Yrigoyenista, Partido Popular Cristiano, Comandos Populares de Liberación, Grupo Obrero Revolucionario, Fracción Roja, Partido Auténtico, Ejército Revolucionario del Pueblo 22 de Agosto, El Obrero, Partido Comunista Marxista Leninista, Liga Comunista, Frente Antiimperialista por el Socialismo, Partido Conservador Popular, Unidades Básicas, Fuerzas Armadas Revolucionarias, Movimiento de Orientación Reformista.
1A menudo Charles Bukowski fue erróneamente asociado con los escritores de la Generación Beat, debido a sus similitudes de estilo y actitud. La escritura de Bukowski está fuertemente influida por la atmósfera de la ciudad donde pasó la mayor parte de su vida, Los Ángeles. Fue un autor prolífico, escribió más de cincuenta libros, incontables relatos cortos y multitud de poemas. A menudo es mencionado como influencia de autores contemporáneos y su estilo es frecuentemente imitado. Murió de leucemia en 1994, a la edad de 73 años. Hoy en día es considerado uno de los escritores estadounidenses más influyentes y símbolo del "realismo sucio" y la literatura independiente.↩
2Harvey Bernard Milk (Nueva York, 22 de mayo de 1930 - San Francisco (California), 27 de noviembre de 1978) fue un político y activista estadounidense, que se convirtió en el primer hombre abiertamente homosexual en ser elegido para un cargo público en los Estados Unidos, como miembro de la Junta de Supervisores de San Francisco en 1977.↩
3Santo Daime es un culto cristiano que surgió en el estado brasileño de Acre, en la Amazonia, en los comienzos del siglo XX. Su fundador fue Raimundo Irineu Serra, llamado por sus contemporáneos Padrino Irineu y por sus seguidores de hoy día Mestre Irineu. Es un culto que reúne elementos cristianos (del catolicismo popular), de la tradición espiritista europea, indígenas y africanos en un trabajo espiritual que cuenta también con la ingestión de una bebida hecha de los mismos elementos constituyentes de la ayahuasca, bebida sagrada de los incas y las comunidades del Putumayo en Colombia por éstos utilizada desde antes de la llegada de los españoles a América. También la usan otras tribus de la cuenca amazónica. Posee ritos a base de enteógenos, que buscan estados alterados de la conciencia y de la mente.↩
Fuentes: Perlongher, Néstor, Prosa Plebeya: ensayos 1980-1992, Buenos Aires, Colihue, 1997. www.golosinacanibal.blogspot.com www.wikipedia.com www.elortiba.org